viernes, 4 de diciembre de 2009

MAIPU 444 - VERSOS DEL MILONGUERO FUGITIVO




Maipu 444 esquina corrientes

donde se baila tango

para recordar que fuimos el fuego.

Estaba yo con una Italiana

imposible y hermosa

bailando un "meta y ponga"

de D’Arienzo,

cuando entró una chinita de Shangai

a la milonga.



Su vestido hecho de violetas y de sueños

traía perfumes marinos.

Su cabello era como una noche en un sombrero.

Todas las estrellas señalaban a sus ojos

y me miraron

A mi, me brilló el universo en la solapa

y mis ojos se hundieron en el sueño.



Era el doble corazón

o el tambor de la milonga,

cuando bailamos

o mas bien volamos

o estuvimos quietos.



En ese abrazo recién nacido

y sin historia

sentí sus lágrimas antiguas

en su sonrisa.



En chino básico

le hice un buen chamuyo:


“Todos lloramos, por eso reímos y bailamos.

Nadie está donde quiere estar y el mar nos arrastró

a este puerto que es una estrella o todo un ángel

que ilumina.”



Así fue que no la besé

y todavía nos estamos separando.

Esa chinita de Shangai

traía crepúsculos que recuerdo

y un vestido como la noche y el sueño.



C G


...............

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